Cómo saber cuándo debo cambiar mi colchón

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Por: Equipo Emma

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Colchón viscoelástico y de muelles Emma sobre cama tapizada Emma

¿Alguna vez te has preguntado si deberías cambiar el colchón que compraste hace siglos? ¿Tiene la espuma una fecha de caducidad? ¿Es siquiera higiénico conservar un colchón durante tanto tiempo?


Pues bien, no eres el único que tiene preguntas sobre los colchones viejos. Vamos a repasar algunos signos reveladores de cuándo reemplazar tu colchón y comprar uno y de calidad.


Sientes que tu colchón está muy duro o blando


Como todo lo que compramos, los colchones de espuma pueden romperse con el tiempo. Esto suele llevar a que el colchón se vuelva demasiado blando o se hunda alrededor de las secciones en las que se distribuye la mayor parte del peso del cuerpo. Incluso es posible que veas una hendidura visible en el centro de la cama, lo que es una clara señal de que su colchón necesita ser renovado.


La espuma viscoelástica suele durar mucho más que la espuma normal, ya que los materiales son de mayor calidad, y los colchones como el colchón Emma Original están formados por varias capas de espuma, lo que los hace aún más duraderos.


Los colchones también pueden empezar a sentirse demasiado duros después de muchos años, ya que nuestros gustos cambian con el tiempo. Puede que recuerdes cómo te sentiste cuando compraste tu colchón y cómo te proporcionó un sueño maravilloso y agradable durante muchos años. La experiencia puede ser muy diferente ahora y quizás incluso hayas notado que duermes mejor en superficies más blandas cuando estás de vacaciones o visitando a la familia.


Esto es perfectamente natural; nuestros gustos cambian con el tiempo. No hay razón para seguir lidiando con un colchón duro sólo porque está ahí, por lo que esto es una buena señal para reemplazar tu colchón.


Tienes dolores y/o molestias


Puede que cada mañana te despiertes con el cuello rígido o con dolor en la parte baja de la espalda o en los hombros. Esto podría ser una señal de que tu colchón necesita ser reemplazado ya que no te proporciona la alineación de la columna vertebral necesaria, la cual es un factor crucial para un buen descanso.


Presta atención y comprueba si el dolor disminuye a media tarde o antes. Si lo hace, es posible que el colchón sea el culpable. Además de que los materiales se descomponen con el tiempo y causan problemas de hundimiento, los muelles de un colchón antiguo también pueden moverse de su sitio causando molestias e impidiendo que la columna vertebral se alinee correctamente.


Otra razón por la que la gente experimenta dolores y molestias, aparte de tener un colchón viejo, es el uso de una almohada vieja o del tipo equivocado. No es fácil elegir una almohada con la firmeza o altura idónea para ti, ya que el cuerpo necesita días para acostumbrarse. Además, hay que tener en cuenta la altura de la almohada, ya que una demasiado gruesa o demasiado fina también puede desalinear el cuello.


Por estos motivos, recomendamos una almohada como la Almohada Viscoelástica Emma, que se puede personalizar para cada usuario con sus tres capas diferentes de espuma. Puedes quitar capas fácilmente para hacer la almohada más fina o añadir más para una almohada más gruesa, dependiendo de tus preferencias.


Tienes alergia


Muchas personas tienen alergia y lo aceptan como parte de la vida cotidiana cuando en realidad puede haber maneras de reducir el número de brotes. Una forma de aliviar la alergia es cambiando de colchón. Esto es especialmente importante si te despiertas constantemente con los ojos llorosos o te sientes congestionado por la mañana.


Los ácaros del polvo, así como otros alérgenos, pueden acumularse fácilmente con el tiempo en un colchón viejo si no tienes algún tipo de protector de colchón. El protector de colchón Emma protege contra los ácaros del polvo y similares para mantener el colchón libre de alergias


Otras formas de saber cuándo reemplazar tu colchón


Como norma general, deberías actualizar tu colchón cada 6 a 10 años. Desgraciadamente, los colchones no duran para siempre y no actualizarlos podría afectar a tu sueño e incluso a tu salud. Toma nota de cómo ha cambiado tu patrón de sueño recientemente e intenta determinar la causa si te has visto afectado negativamente.


Si no puedes identificar el problema como estrés, ansiedad o un problema de salud, entonces podría ser tu colchón. Examínalo para ver si hay bultos, zonas caídas u otros defectos físicos que aún no hayas notado. Algo tan sencillo como que el colchón sea demasiado ruidoso también podría ser una razón justificada para sustituirlo.


Todos nos merecemos una noche de sueño satisfactoria; es importante no sólo para nuestra salud física, sino también para asegurarnos de que somos capaces de dar lo mejor de nosotros mismos tanto en nuestra vida profesional como personal. Un colchón debería ser un beneficio y no un obstáculo, así que hazte un favor y actualízalo cuando sea el momento adecuado. No te arrepentirás.